LAS ALMAS QUE VAGAN POR MI CEMENTERIO

domingo, 31 de julio de 2011

LA LLAMADA.

Mañana de domingo.
Una soleada mañana primaveral, el olor a flores, hierba y pajaros cantando acompañan al cotejo fúnebre.
Dentro en su ataúd, ella.
La que fue mi amor, la que fue mi vida. La que se lleva dentro de esa caja de madera mi alma.
Veo pasar bajo mi ventana camino del cementerio viejo el féretro llevado a hombros por cuatro familiares a los que ella detestaba.
Suena la campana de la iglesia. Toca a muerto.
En ese mismo momento el inoportuno móvil.
ES ELLA!!!.
Es imposible, no puede ser. Estas muerta dije cuando descolgué.
Te amo. Me dijo.
y se corto.
Corrí hacia el cementerio como un loco, marcando su numero una y otra vez, pero estaba apagado.
Cuando llegue estaba enterrada.
Te amo, me dijo. Te amo. Y se corto.
A la mañana siguiente el vigilante del cementerio encontró mi cuerpo sin vida tumbado al lado de la lapida de mi amada.
Y mi móvil volvía a sonar.