LAS ALMAS QUE VAGAN POR MI CEMENTERIO

viernes, 2 de marzo de 2012

UN PENSAMIENTO.

Cae la noche y me envuelve en su agónico lamento.
Me envuelve en oscuro silencio que retumba en mi cabeza, que duele.
Me envuelve y me cubre como si fuera la arena que aplasta mi ataúd, que aplasta mi vida.
Me aplasta mientras resisto a morir, resisto a ser enterrado en vida.
Esta vida que se apaga en una carrera contra reloj, contra el tiempo.
Tiempo repleto de recuerdos, recuerdos que borran lo malo, lo triste.
Pero que aparecen como si quisieran resucitar del cajón del olvido.
Del cajón donde se guarda el vacío y la melancolía de tantas noches perdidas, dormidas en el oscuro y polvoriento rincón de nuestra alma marchita.