Como un mero espectador de mi propia muerte.
Sentado en la puerta del viejo cementerio, mi cansado cuerpo espera.
Suenan las doce en el torreón de la iglesia y me voy poniendo de pie.
Avanzo despacio hacia el lugar señalado para mi, lo recuerdo bien, lo vi en mis sueños.
El aire se vuelve frío y la noche oscura, tan solo la negra presencia de un cuervo me acompaña.
Un cuervo que me mira sin decir nada, solitario en su rama, ajeno a mi destino.
O puede que sea el mensajero de la muerte.
Siento su mirada acompañandome a cada paso.
No me siento solo, tampoco tengo miedo cuando veo el foso en el que dormiré.
El negro cuervo grazna y se acerca a mi lado, desplegando sus alas.
De su interior la figura de una dama fría y oscura, cubierta con una túnica, encapuchada.
Las sombras no me dejar verla bien. No me habla, solo me mira.
Levanta su brazo y señala el agujero cavado en la tierra.
Camino hacia el, sin mirar atrás, me dejo caer a interior y me tumbo.
Del cielo rojizo gotas de lluvia empiezan a caer, embarrando mi tumba, embarrando mi funeral.
FUERA!!!. Grito y me intento levantar, pero no puedo, estoy atado por las raíces de los arboles que hay alrededor. Mas cuervos se arremolinan alrededor de mi tumba lanzando arena con sus negras alas; Mientras la Dama me mira imperturbable.
La lluvia cae mas fuerte, tengo arena por todo el cuerpo, la boca llena de barro y no puedo oír.
Me tapan los ojos y me ahogo.... Me muero.
LAS ALMAS QUE VAGAN POR MI CEMENTERIO
domingo, 22 de enero de 2012
viernes, 13 de enero de 2012
LAS RATAS.
Como Si fuera la ultima vez que pude dormir.
Me metí en la cama, abrazando la almohada, acurrucándome entre los pliegues del edredón.
Cerrando los ojos y trasportandome a un mundo plácido e irreal, al mundo de los sueños.
Los ojos se mueven con calma, recorriendo lugares lejanos, lugares desconocidos pero lugares que nos dicen algo, como si los conociéramos.
Mi sueño me llevo a un extraño lugar, sucio y frío.
Un lugar en el que las rata campaban a sus anchas aniquilando todo a su paso.
Casi sin pensar busque algo con lo que defenderme y encontré una gran espada abandonada al oxido.
La cogí mientras me empezaba a encontrar acorralado por aquella marabunta de roedores.
No se atrevían a acercarse, debía parecerles extraño, pero sabia que en el momento en el que una diera el primer paso las demás se abalanzarian sobre mi.
Mire alrededor y no había nada con lo que cubrirse la espalda.
De pronto una enorme rata negra con unos ojos rojos como la sangre que empezaba a brotar de mi brazo se abalanzo y me clavo unos afilado dientes.
En menos de un segundo me vi cubierto de ratas, mordiéndome, arañandome trepando por mi cuerpo.
Con la espada intentaba defenderme, me las quitaba de la cara, me mordían las orejas se metían en mi boca intentando arrancarme la lengua.
No podía defenderme contra esa avalancha, era tal el asco que sentía que vomite.
De pronto, cuando creí que iba a morir devorado por eso seres repugnantes, empezaron a marcharse,
Vi que una silueta humana se acercaba. Me encontraba fatal, ensangrentado, herido.Algo me hizo que empuñase la espada, aunque mientras intentaba levantarla sentí como el frío acero me arrancaba la cabeza.
Entonces fue lo peor, ahí comenzo mi pesadilla, No estaba muerto aun, pero las rata empezaron su trabajo, se comían mi carne, me arrancaban los ojos, no podía gritar, no podía moverme, donde esta mi cuerpo, lo estarán devorando?.
Me desperté empapado en un sudor frió, creía que era sangre, pero no, era solo el sudor del pánico. Estaba en mi cama, estaba vivo.
Me metí en la cama, abrazando la almohada, acurrucándome entre los pliegues del edredón.
Cerrando los ojos y trasportandome a un mundo plácido e irreal, al mundo de los sueños.
Los ojos se mueven con calma, recorriendo lugares lejanos, lugares desconocidos pero lugares que nos dicen algo, como si los conociéramos.
Mi sueño me llevo a un extraño lugar, sucio y frío.
Un lugar en el que las rata campaban a sus anchas aniquilando todo a su paso.
Casi sin pensar busque algo con lo que defenderme y encontré una gran espada abandonada al oxido.
La cogí mientras me empezaba a encontrar acorralado por aquella marabunta de roedores.
No se atrevían a acercarse, debía parecerles extraño, pero sabia que en el momento en el que una diera el primer paso las demás se abalanzarian sobre mi.
Mire alrededor y no había nada con lo que cubrirse la espalda.
De pronto una enorme rata negra con unos ojos rojos como la sangre que empezaba a brotar de mi brazo se abalanzo y me clavo unos afilado dientes.
En menos de un segundo me vi cubierto de ratas, mordiéndome, arañandome trepando por mi cuerpo.
Con la espada intentaba defenderme, me las quitaba de la cara, me mordían las orejas se metían en mi boca intentando arrancarme la lengua.
No podía defenderme contra esa avalancha, era tal el asco que sentía que vomite.
De pronto, cuando creí que iba a morir devorado por eso seres repugnantes, empezaron a marcharse,
Vi que una silueta humana se acercaba. Me encontraba fatal, ensangrentado, herido.Algo me hizo que empuñase la espada, aunque mientras intentaba levantarla sentí como el frío acero me arrancaba la cabeza.
Entonces fue lo peor, ahí comenzo mi pesadilla, No estaba muerto aun, pero las rata empezaron su trabajo, se comían mi carne, me arrancaban los ojos, no podía gritar, no podía moverme, donde esta mi cuerpo, lo estarán devorando?.
Me desperté empapado en un sudor frió, creía que era sangre, pero no, era solo el sudor del pánico. Estaba en mi cama, estaba vivo.
lunes, 9 de enero de 2012
UNA MARIPOSA.
La cabeza me estalla, cientos de clavos que taladran cada rincón de mis recuerdos en los que tu juegas a ver si te encuentro, en los que recorres cada pliegue de mi cerebro como una carretera.
Con una sonrisa me matas, me liberas de la fría vida y me transportas a una cálida muerte.
A un lugar que no es tan malo como parece desde fuera.
Un lugar en el que me transformo en una sencilla mariposa y corro a buscarte, por entre los infiernos.
El infierno que tantas y tantas veces nos sirvió de refugio para contar nuestras pesadillas.
Nuestros miedos, rodeados de un halo de misterio al abrigo de las llamas que sellan nuestro amor.
Un amor que arde tras la puerta de nuestro averno particular, miniaturizado ante la majestuosidad del alma negra, del señor de la oscuridad.
De la oscuridad y la muerte que nos gobierna como únicos amos, a ellos son a los que agradezco que me permitan encontrarte aquí, en esta oscura puerta donde la almas perdidas como nosotros podemos encontrarnos sin miedo a nada, sin miedo a ser vistos ni a sufrir el desprecio de la gente.
La llamas y el calor se hacen cada vez mas fuertes, a medida que nos vamos adentrando entre sus recobecos, a medida que el silencio se va adueñando del lugar, nos vamos acercando mas a nosotros mismos, a lo que en una vida pasada llegamos a ser.
Abrimos la puerta de nuestros perversos aposentos, del lugar mas siniestro y olvidado de nuestra cabeza y allí, sin la necesidad de tener que rebuscar mucho llegamos a nuestras almas, vacías, sin luz, oscuras como la noche en que nos conocimos bajo un cielo sin luna.
Y oscura como la noche en que juntos decidimos poner fin a la carrera interminable de nuestras vidas y encontrarnos aquí. Junto a esta oscura y fría puerta. junto a la puerta que se abre cuando se cierra nuestra vida.
Con una sonrisa me matas, me liberas de la fría vida y me transportas a una cálida muerte.
A un lugar que no es tan malo como parece desde fuera.
Un lugar en el que me transformo en una sencilla mariposa y corro a buscarte, por entre los infiernos.
El infierno que tantas y tantas veces nos sirvió de refugio para contar nuestras pesadillas.
Nuestros miedos, rodeados de un halo de misterio al abrigo de las llamas que sellan nuestro amor.
Un amor que arde tras la puerta de nuestro averno particular, miniaturizado ante la majestuosidad del alma negra, del señor de la oscuridad.
De la oscuridad y la muerte que nos gobierna como únicos amos, a ellos son a los que agradezco que me permitan encontrarte aquí, en esta oscura puerta donde la almas perdidas como nosotros podemos encontrarnos sin miedo a nada, sin miedo a ser vistos ni a sufrir el desprecio de la gente.
La llamas y el calor se hacen cada vez mas fuertes, a medida que nos vamos adentrando entre sus recobecos, a medida que el silencio se va adueñando del lugar, nos vamos acercando mas a nosotros mismos, a lo que en una vida pasada llegamos a ser.
Abrimos la puerta de nuestros perversos aposentos, del lugar mas siniestro y olvidado de nuestra cabeza y allí, sin la necesidad de tener que rebuscar mucho llegamos a nuestras almas, vacías, sin luz, oscuras como la noche en que nos conocimos bajo un cielo sin luna.
Y oscura como la noche en que juntos decidimos poner fin a la carrera interminable de nuestras vidas y encontrarnos aquí. Junto a esta oscura y fría puerta. junto a la puerta que se abre cuando se cierra nuestra vida.
sábado, 7 de enero de 2012
EL BANCO DEL PARQUE.
Baje a la calle, a despejarme de la locura de la fiesta, demasiada gente en casa.
La musica se escuchaba desde el portal. El machacante PUM,PUM,PUM... incansable.
Me acerque a un parquecito que hay un par de calles mas alla de la mia y me sente un ratito. Hacia fresquito, pero no hacia mal tiempo para las fechas a las que estabamos.
Cuando llevaba un rato sentado, una sensacion de sueño me empezo a invadir, los ojos se me cerraban y por mucho que me esforzase, me quede dormido.
Al abrir los ojos estaba rodeado de mujeres, vestidas con tunicas negras, mirandome fijamente, las luces del parque no existian, estaba dentro de un circulo de velas. Velas de color blanco, el olor a cera me hizo empezar a ponerme nervioso.
Las mujeres empezaron a entonar una especie de oracion, y a moverse en circulo. Yo alucinaba, que era lo que me estaba pasando, estaria soñando???.
Las velas se iban apagando, y una mortecina oscuridad comenzo a envolver el banco del parque en que estaba sentado.
Las mujeres cada vez, acortaban mas el circulo, hata que sus tunicas me tocaban.
Yo no tenia palabras.
De pronto, se pararon y me miraron, las velas que portaban en sus manos las daban un aspecto muy terrorifico.
Se arrodillaron dejando un pasillo a ambos lados, mientras una figura negra encapuchada se acercaba lentamente.
Segun iba llegando a donde me encomtraba, una musica que no puedo describir sonaba llenado todo de paz,
Llego hasta el banco y se quito la capucha. Era otra mujer, mucho mas guapa que las demas, la musica se hacia mas fuerte, era como si saliera de su boca.
Se abrio la tunica y saco una enorme daga dorada, me asuste, pero no me pude mover.
Me agarro del pelo y puso el filo de la daga en mi corazon.
Me miro y sonrio.... En ese momento me desperte y sali corriendo todo lo rapido que pude hacia la locura de la fiesta.
La musica se escuchaba desde el portal. El machacante PUM,PUM,PUM... incansable.
Me acerque a un parquecito que hay un par de calles mas alla de la mia y me sente un ratito. Hacia fresquito, pero no hacia mal tiempo para las fechas a las que estabamos.
Cuando llevaba un rato sentado, una sensacion de sueño me empezo a invadir, los ojos se me cerraban y por mucho que me esforzase, me quede dormido.
Al abrir los ojos estaba rodeado de mujeres, vestidas con tunicas negras, mirandome fijamente, las luces del parque no existian, estaba dentro de un circulo de velas. Velas de color blanco, el olor a cera me hizo empezar a ponerme nervioso.
Las mujeres empezaron a entonar una especie de oracion, y a moverse en circulo. Yo alucinaba, que era lo que me estaba pasando, estaria soñando???.
Las velas se iban apagando, y una mortecina oscuridad comenzo a envolver el banco del parque en que estaba sentado.
Las mujeres cada vez, acortaban mas el circulo, hata que sus tunicas me tocaban.
Yo no tenia palabras.
De pronto, se pararon y me miraron, las velas que portaban en sus manos las daban un aspecto muy terrorifico.
Se arrodillaron dejando un pasillo a ambos lados, mientras una figura negra encapuchada se acercaba lentamente.
Segun iba llegando a donde me encomtraba, una musica que no puedo describir sonaba llenado todo de paz,
Llego hasta el banco y se quito la capucha. Era otra mujer, mucho mas guapa que las demas, la musica se hacia mas fuerte, era como si saliera de su boca.
Se abrio la tunica y saco una enorme daga dorada, me asuste, pero no me pude mover.
Me agarro del pelo y puso el filo de la daga en mi corazon.
Me miro y sonrio.... En ese momento me desperte y sali corriendo todo lo rapido que pude hacia la locura de la fiesta.
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