LAS ALMAS QUE VAGAN POR MI CEMENTERIO

sábado, 13 de noviembre de 2010

UN DIA DE LLUVIA.

Veo la lluvia a traves de los cristales de mi ventana. De la ventana que un dia fue nuestra.
El otoño cubre los recuerdos de nuestros pasos, de nuestros paseos, de las calles que un dia recorrimos.
Abro la ventana y mi aliento se eleva transportado por el aire y se mezcla con las frias gotas de lluvia que ya no nos mojaran.
Nadie en la calle.
Me decido a bajar, en silencio.
Solo cae agua, solo el llanto de las nubes, que me acompaña con su monotono sonido.
Llego a la puerta del cementerio, es la primera vez que me atrevo a pasar, muchas veces he venido pero no pude atravesar la pesada reja que separa nuestro mundo del de los muertos.
Mis pies avanzan entre las mojadas hojas que alfombran el suelo, camino como si hubiera recorrido el lugar cientos de veces, como por inercia.
Llego a tu tumba, fria, triste y solitaria.
Lucho contra la lluvia para que no penetre en el interior, para que no tengas frio.
Me tumbo sobre la lapida y acario cada letra de tu nombre.
Mis lagrimas se mezclan con la lluvia, y te veo te veo sonreir, correr entre los charcos con el pelo empapado.
Me seco las lagrimas y ya te has ido.
Yo tambien me marcho. No se cuando volvere, quiza otro dia de lluvia, para que no haya nadie y estemos solos.
Para poder gritarte que te quiero.