LAS ALMAS QUE VAGAN POR MI CEMENTERIO

lunes, 21 de septiembre de 2009

LOS CUENTOS DEL LOCO ( III ).

Que pena me daba aquel pobre hombre...!!!.
Cuanto sufrimiento tenia guardado en su alma. ¿ Que seria lo que le ocurrió para acabar en un manicomio?. ¿ Lo que me contaba era real, o solo una paranoia de su enajenada cabeza?.
Todas estas y mas preguntas, asaltaban mi cabeza de camino al parque, con mi cuaderno de notas debajo del brazo y el ya clásico paquete de tabaco.
Baje la calle que lleva a la verja que da acceso al parque, uno de los mas grandes de la ciudad.
Una vez dentro seguí el camino mas ancho que lo atraviesa justo por la mitad y tras pasar por varias fuentes decorativas llegue a mi destino, el banco que se encuentra debajo del tejadillo.
Pero una vez cual fue mi sorpresa. ¡EL BANCO ESTABA QUEMADO!. Tan solo unos rescoldos humeantes ocubaban el lugar.
Mire por todas partes. Corrí todo lo que pude. Di una vuelta, dos, tres.... así hasta que no pude mas. No encontré al loco por ningún sitio. ¿Donde podría estar ?. El nunca se retrasa ni un solo minuto.
Cogí aliento y volví a correr mirando todos y cada uno de lo bancos del lugar. Las parejas de enamorados me miraban como si yo fuera un loco.
Pasaba el tiempo y nada, solo la compañía de la pálida luna en un rojizo cielo amenazante de lluvia me acompañaba. Me senté.
¡¡¡BIIIIPPP, BIIIPPP!!!... Sonó el móvil.
-¿ Si ?, conteste.
¡Era el loco!. Pero como consiguió mi numero, no recuerdo habérselo dado.
Es igual. Me dijo que me esperaba en la entrada principal del antiguo manicomio.
Al oír eso me temblaron hasta las orejas, pero no tenia otra opción, así que me dirigí hacia allí.
La reja estaba abierta y debo decir que pase realmente acojonado, mirando a todas partes.
Llegue a la puerta principal, llame y allí estaba. Atravesé la puerta chirriante y justo delante de mi dos sillas nos esperaban.
-¿ Que ha pasado con el banco?. Pregunte, pero como casi siempre no tuve respuesta alguna.
-Sientese por favor, me dijo. ¿Recuerda por donde íbamos?.
Saque mi cuaderno y me dispuse a leer el final del día anterior, pero me interrumpió.
-Desperté en aquel lugar colgado, lleno de algo que era muy parecido al barro, recuerdo que estaba muy duro y que no podía moverme.
A mi alrededor se apiñaban cuerpos inertes que debieron de correr mi misma suerte.
No podía hacer nada por salir de aquella situación, la desesperacion me ahogaba cada vez mas.
¡Que calor!, otra vez se acercaba aquella puerta llena de luz.
¡Que calor, me quemaaa!.
El barro endurecido empezó a fundirse debido al calor que desprendía aquella extraña luz.
Caí, no se de cuanta altura pero caí, los cuerpos sin vida que también fueron callendo amortiguaron mi caída.
Me incorpore como pude algo magullado y justo delante de mi apareció ella. Mi amada.
Su cuerpo seguía colgado, bailando a merced de aquel extraño aire que lo llenaba todo.
Levanto su brazo con la mirada fija en mis ojos y me señalo un camino a traves de una ciénaga.
Y lo seguí...

7 comentarios:

  1. a mi tambien me gustaría saber lo que le ocurrio al pobre hombre , para tener tanto que contar y de que forma ...
    la caida tubo un buen final , pero porque no se queda con ella? quizas solo fue su imaginacion el verla , o vete tu a saber , espero con impaciencia la continuacion eluge

    ResponderEliminar
  2. No olvides sacarle la información al loco respecto a lo que le paso al banco...que intriga por dios..no se si aguantare hasta que decidas seguir con la historia...
    Besotes.

    ResponderEliminar
  3. Voy a tenerme que poner al día en entregas anteriores... pero nos has dejado con la imaginación en vilo... estupendo relato!
    Besos intrigados desde el abismo

    ResponderEliminar
  4. oooooooohhh preciosa historia... continuara?¿ espero que si, esta muy interesante :D
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno! interesante! veremos como sigue! Saludos! :)

    ResponderEliminar
  6. No tardes en seguir contando que me tienes intrigadisima.Lo dejaste en lo mejor. Un besote Eluge

    ResponderEliminar
  7. Interesante historia, me quedo sonando y me pregunto ¿acaso no llevamos todos un poco de locura adentro? Ja..ja…ja…

    ResponderEliminar

DIME QUE TE A PARECIDO LA VISITA A MI CEMENTERIO...